Culebrón en la familia Sánchez Vicario

¡Qué lista es Arantxa! Ya lo demostró en la pista de tenis al convertirse en la mejor deportista española en muchos años. Casi 100 títulos entre individuales y dobles, entre ellos los 3 Roland Garros y un US Open. Una mujer sin un físico especial para la competición a alto nivel, sinónimo de tener mucha fuerza mental y gigantesca dotes de superación. En la memoria colectiva de los españoles aquella final de Roland Garros en el 89 contra la superwoman Steffi Graf, que significó su presentación mundial.

23 años después, la ex número 1 del mundo del tenis, vuelve a demostrarnos que es muy lista. Aconsejada supongo que por su entorno editorial ha hecho algo que no por manido deja de ser pasto del interés social: promocionar un libro con sus memorias echándole bastante morbo en la receta. Y que mejor manera de promocionar un libro que poniendo a parir a toda su familia. Menos a sus dos yorkshires llamados Roland uno y Garros otro, creo que crucifica a todo lo que se ha movido a menos de un metro.

Arantxa jugaba con una raqueta y con su madre detrás. Esa imagen se repetía allá donde iba. El aderezo a esta salsa picante es tener más hermanos en el mundo del tenis, pues hostias también contra ellos. Más polémica y más lectores compradores. La imagen de la familia perfecta se desvanece y el morbo ya está asegurado.
La formula Sálvame de Telecirco, perdón, Telecinco, la ha seguido en toda regla, aquella de montemos un gran pollo que hablen de nosotros aunque sea sacando trapos sucios y a vender, que con la memoria de este pais un tanto alzheimica de aqui a un mes nadie se acordará.

Pero a la lista Arantxa se le ha ido la mano con la sal, con la pimienta y con el chile. Acusa a la familia de arruinarla, de aprovecharse de ella, de someterla, de complots contra su boda, dice que hace mucho tiempo no se habla con ninguno del clan. La madre contrataca con un drive cruzado desde el fondo de la pista mediante un comunicado difundido hoy en el que dice que llevará el tema a los tribunales si fuese necesario, relatando el padecimiento de su marido enfermo.
Mañana sale el libro.
Seguiremos atentos al culebrón, pero con pena de que pasen cosas así.
Yo prefiero recordar a Arantxa en la pista Philippe Chatrier un lejano mes de junio de 1989 en el mejor partido de su historia.
Mañana probablemente veremos el peor de su historia metamorfoseado en un libro infame contra su familia.



                                                        Final Roland Garros 1989 Arantxa-Graf

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