Ya sabemos por qué corría Urdangarín

Muchos se han preguntado de quién o de qué corría por las calles de Washington esta semana el muy querido Duque de Palma. La versión oficial dice que fue por la periodista de Telecinco que se lo encontró con la familia camino del cine y le abordó para unas preguntillas.

Pero me ha llegado esta otra fotografía en la que vemos al juez Castro transformado en morlaco intentando empitonar a un sujeto que por la vestimenta podría ser Iñaki.

Bromas aparte, ya puede ir preparando su mejor sprint para el 25 de febrero cuando tenga que declarar en los juzgados de Palma ante el implacable juez Castro. Esa mañana a las 9 horas tendrá que recorrer a pie los 30 metros sin burladero posible hasta la entrada de los juzgados de Vía Alemania, a pesar de sus peticiones de una entrada más discreta. Decirle señor que cualquier torero que se precie ha de realizar el paseíllo con la cuadrilla antes de la faena, ni que sea un paseíllo de los imputados acompañado de los abogados y de ese segureta de los juzgados de Palma, moreno y cachas, que seguro estará allí para cubrirle la espalda y abrirle las puertas gentilmente como ya vimos con Jaume Matas.
 La pregunta del millón es si saldrá con orejas y rabo o empitonado con carácter reservado.