¿Comemos carne sacrificada por el rito musulmán?
En España las diferentes normativas obligan a que los animales de consumo que son sacrificados en las mataderos, aparte de las preceptivas condiciones de higiene, sean anestesiados previamente o se les impongan los protocolos para que su sacrificio no les cause dolor o agonía.
Sin embargo dicha normativa es obviada sistematicamente en los mataderos que se sacrifica según el rito halal de los musulmanes. En zonas con alto porcentaje con inmigración musulmana, como Catalunya, los mataderos suelen tener zonas destinadas a los ritos halal, que en épocas como la fiesta del cordero, son un hervidero de sangre y de corderos sacrificados en lenta agonía. El rito halal recordemos es el que impone que el animal ha de ser sacrificado orientado hacía La Meca con un corte en la yugular hasta que se desangra y muere.
La admirable escritora y periodista Pilar Rahola escribía en su libro "La República Islámica de España: en el mismo país donde se ha prohibido la tradicional fiesta del cerdo, con siglos de antigüedad, porque era una fiesta considerada cruel con los animales, se permite el método importado, de evidente crueldad, que se impone por la fuerza del lío mental que tenemos respecto a los límites de la propias leyes, cuando el islam las pone en cuestión"
Sacrificar por el rito halal es económicamente menos costoso. Por ello existen muchos mataderos que sacrifican corderos, por ejemplo, por este rito, para ser exportados, o incluso, hay quien denuncia que en algunos mataderos se sacrificarían animales de consumo por el rito musulmán siendo vendidas las piezas en carnicerías de amplio consumo para consumidores de todo tipo. Es decir que esa carne de vacuno que nos comemos de la carnicería de toda la vida es de un animal sacrificado por el lento desangrado.
En la campaña electoral francesa el tema de los sacrificios halal musulmán o el kosher judío, se ha convertido hoy en el tema más comentado después de que ayer el primer ministro, François Fillon, planteara estos temas. Fillon puso en duda estos métodos de sacrificio en Francia y lanzó la sospecha de que podrían existir muchas piezas de vacuno sacrificadas según estos ritos y que el consumidor francés desconocería al comprarla.
Volviendo a nuestro país mi opinión es muy sencilla de resumir:
Los animales sacrificados para el consumo se han de sacrificar según las normativas españolas; si un consumidor desea consumir carne por el rito halal está en su derecho siempre que esa carne sea importada.
De la misma manera que si deseo consumir café, lo consumo, pero importado porque aquí no se produce, quien consuma carne no producida según nuestra normativa debería importarla. Y si las Comunidades Autónomas hacen excepciones y autorizan sacrificios halal, como hacen actualmente, deben de asegurar mediante inspecciones que en los mataderos no se sacrifica para la exportación, o peor aún, para el consumo general por su menor coste.
¿Sabían por ejemplo los muchos que consumen en un kebab, que ese animal ha sido sacrificado en lenta agonía mirando a La Meca?. Eso sin hablar del estudio del ministerio británico que afirmó que un kebab dobla en calorías a un big mac.
Contra gustos no hay nada escrito.
Sin embargo dicha normativa es obviada sistematicamente en los mataderos que se sacrifica según el rito halal de los musulmanes. En zonas con alto porcentaje con inmigración musulmana, como Catalunya, los mataderos suelen tener zonas destinadas a los ritos halal, que en épocas como la fiesta del cordero, son un hervidero de sangre y de corderos sacrificados en lenta agonía. El rito halal recordemos es el que impone que el animal ha de ser sacrificado orientado hacía La Meca con un corte en la yugular hasta que se desangra y muere.
La admirable escritora y periodista Pilar Rahola escribía en su libro "La República Islámica de España: en el mismo país donde se ha prohibido la tradicional fiesta del cerdo, con siglos de antigüedad, porque era una fiesta considerada cruel con los animales, se permite el método importado, de evidente crueldad, que se impone por la fuerza del lío mental que tenemos respecto a los límites de la propias leyes, cuando el islam las pone en cuestión"
Sacrificar por el rito halal es económicamente menos costoso. Por ello existen muchos mataderos que sacrifican corderos, por ejemplo, por este rito, para ser exportados, o incluso, hay quien denuncia que en algunos mataderos se sacrificarían animales de consumo por el rito musulmán siendo vendidas las piezas en carnicerías de amplio consumo para consumidores de todo tipo. Es decir que esa carne de vacuno que nos comemos de la carnicería de toda la vida es de un animal sacrificado por el lento desangrado.
En la campaña electoral francesa el tema de los sacrificios halal musulmán o el kosher judío, se ha convertido hoy en el tema más comentado después de que ayer el primer ministro, François Fillon, planteara estos temas. Fillon puso en duda estos métodos de sacrificio en Francia y lanzó la sospecha de que podrían existir muchas piezas de vacuno sacrificadas según estos ritos y que el consumidor francés desconocería al comprarla.
Hace unos días la ultraderechista candidata a las presidenciales, Marine Le Pen, afirmó que la mayor parte de la carne consumida en la región de París es sacrificada según el rito musulmán por su menor coste para el empresario cárnico.
La polémica en un país con cinco millones de musulmanes y medio millón de judíos no se ha hecho esperar tras las declaraciones de los políticos.
Los animales sacrificados para el consumo se han de sacrificar según las normativas españolas; si un consumidor desea consumir carne por el rito halal está en su derecho siempre que esa carne sea importada.
De la misma manera que si deseo consumir café, lo consumo, pero importado porque aquí no se produce, quien consuma carne no producida según nuestra normativa debería importarla. Y si las Comunidades Autónomas hacen excepciones y autorizan sacrificios halal, como hacen actualmente, deben de asegurar mediante inspecciones que en los mataderos no se sacrifica para la exportación, o peor aún, para el consumo general por su menor coste.
¿Sabían por ejemplo los muchos que consumen en un kebab, que ese animal ha sido sacrificado en lenta agonía mirando a La Meca?. Eso sin hablar del estudio del ministerio británico que afirmó que un kebab dobla en calorías a un big mac.
Contra gustos no hay nada escrito.
