Boicot comercial a Argentina por el expolio de YPF

La presidenta de Argentina ha roto el juego. Jugó al póquer, perdió y se levantó de la mesa sin pagar las deudas. Ha hecho lo mismo que este fin de semana en la Cumbre de las Américas al abandonarla por no tratarse el conflicto de las Malvinas.

Su anuncio de expropiación de la petrolera YPF tomando el control del 51% de las acciones rompe las reglas de juego. Repsol,  accionista mayoritario hasta ahora de YPF, pierde el control  por la nacionalización de sus acciones en la petrolera argentina que compró hace 13 años por unos 15 mil millones de dólares. Porque al resto de accionistas no les han aplicado la segadora de latrocinio público como a Repsol.
Y pierde algo peor: sus principales recursos extractores de petróleo y gas en el Mundo.

España ayudó con inversiones multimillonarias a Argentina hace diez años cuando se encontraba en la bancarrota económica. El propio grupo Repsol permitió en 2008 la entrada de la familia Eskenazi a través de su grupo Petersen financiando la adquisición del 55% de sus acciones con el beneplácito de los Kirchner.
El Gobierno argentino argumenta que Repsol no ha invertido lo que prometió. Repsol presentó datos contrastados de inversiones en los últimos años muy por encima de lo prometido. Pero el Gobierno argentino ha hecho oídos sordos e instigado por grupos mediáticos, por grupos políticos como La Cámpora liderado por el hijo de la presidenta, ciertos gobernadores regionales y la avaricia de los nuevos pozos descubiertos, ha dado un golpe en la mesa de juego.

Sí, avaricia populista.Con el descubrimiento de reservas bestiales de petróleo en la zona conocida como la Vaca Muerta, el juego cambia. Argentina necesita controlar YPF y asegurarse esas reservas en una economía en la cual los costes energéticos han aumentando considerablemente por motivos ajenos a Repsol-YPF y atribuibles al encarecimiento en la extracción de un crudo cada vez de peor calidad y con reservas en declive.


Pero al final es la presidenta Cristina Fernández  la responsable máxima de tal decisión. Esa presidenta que en documentos confidenciales de la CIA publicados por Wikileaks recordemos que se reseñaba su posible enfermedad mental y se instaba al embajador estadounidense en Buenos Aires a ampliar datos sobre el tema. Cuando el río suena agua lleva.

Por suerte las acciones de YPF se están desplomando en los mercados bursátiles.
 Si Argentina rompe las reglas de juego, España ha de romper las reglas con Argentina. Boicot comercial  de toda la Unión Europea y elevar el asunto a los organismos internacionales competentes.

Ah, y nacionalicemos a Messi, y si el de Rosario se niega pues hagamos lo que se observa en la foto cachonda creada por los compañeros de la revista de humor El Jueves.

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