Indonesia no quiere punkorros

Este grupo de jóvenes punkorros de Indonesia se divertían ayer en un concierto con fines benéficos.  De pronto entró una banda urbana armada en la plaza. No, no son rockers, ni mods, exclamaron los chavales entre crestas y piercings. ¡Es la pasma! gritó un punkie que podría ser nieto de Sid Vicious. Y tenía razón, la policía islámica de la provincia indonesia de Aceh, la única provincia islámica del país, detuvo a los 64 chicos. Después les raparon la cabeza y los enviaron a un centro para rehabilitar su moral. A las cinco chicas en cambio les hicieron un corte de pelo igualito al de una agente de la policía que lamentablemente para ellas no se parecía en nada a Alaska y sí mucho a una presentadora de televisión.

"Les cambiaremos la ropa tan desagradable por ropa más bonita. Les daremos jabón, cepillos y pasta de dientes, sandalias y el equipo para rezar", afirmó un portavoz policial.

Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos ni que decir que han puesto el grito en el cielo ante semejante atropello de la dignidad y la libertad que mejor nos lo tomemos con algo de cachondeo.