Muere el dictador coreano y el feudo se llena de plañideras

Murió Kim Jong-Il, el dictador coreano a los 69 años de un paro cardíaco. Al igual que él sucedió a su padre, ahora será su hijo de 30 años, Kim Jong-Un quién ocupe el cargo, en el unico regimen mundial estalinista y hereditario que existe en el planeta.
Hace unos años ya se le dignosticó un cáncer de páncreas y se le podía ver en las escasas apariciones públicas muy debilitado. A pesar de ello el parte oficial de su muerte  indica que murió por un "exceso de trabajo y dedicación"(sic).
Corea del Norte es uno de los escasos países que dispone de misiles nucleares. Una arma que le ha servido para chantajear a las potencias en diversos conflictos a lo largo de los años. En el contrapeso de la balanza también a lo largo de estos años han muerto millones de personas por la hambruna casi endémica del país asiático, con un desarrollo global tercermundista.

Para conocer un ápice de su carácter el ejemplo de lo que pasó después del último Mundial de Fútbol en el que participó Corea del Norte: el dictador creía que estarían en cuartos pese a estar en el grupo de Brasil y Portugal. Como no lo consiguieron castigó a los jugadores de la selección norcoreana obligándolos a permanecer de pie durante seis horas aguantando todo tipo de insultos de los aficionados.

El país entero se ha convertido en un río de plañideras llorando la muerte del querido líder, una imagen grotesca de sobreactuación comunitaria. Mirad el vídeo y reconoceréis los característicos ticks interpretativos del pésimo actor que no conoció el método stanilavski que vemos diariamente en muchas pelis y series de ficción. Lo malo es que esto es real. Y que al desgraciao de turno que no llore o se ría,  lo fusilan en menos que canta un gallo. Es lo malo de un país dictadura-secta.

                                      

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