Un delincuente se entrega porque prefiere vivir en la cárcel que fuera

Jordi M. se ha entregado a la policía. Jordi M. aprovechó que muchas casas estivales de Girona están vacías, para entrar en ellas, dormir, asearse y llevarse lo que de valor tuviera. Hace 4 meses inició su "carrera" delictiva entrando en una propiedad de L´Escala, en la Costa Brava, allí se quedó durante un mes viviendo. Tras un periplo diverso, fue detenido por los Mossos d´Esquadra el pasado 8 de diciembre.

 El juez sin embargo lo dejó en libertad a las pocas horas. Hace una semana Jordi entró en la comisaria de los Mossos de L´Escala. La agente de la recepción pensó en otro caso de un hurto, un robo, de alguna denuncia pre-navideña de ese joven de 32 años que les dijo bon dia. Pero no, Jordi venía a entregarse a la policía alegando que había seguido entrando en casas ajenas y robando. Con él llevaba todo el material robado para su devolución. Inquirido por un mosso por tal comportamiento, no el de robar sino el de entregarse, Jordi dijo que lo que deseaba era entrar en prisión porque allí tendría comida y dormiría calentito, pues hay que decir que la situación de este chico es de pobreza extrema.

Jordi M. pasó a disposición del juzgado de instrucción de guardia de Figueres y el juez fue benévolo con él, en esta ocasión dictó prisión preventiva y su inmediato ingreso en la cárcel.

Sin duda que no estará mal el recluso en la prisión de Figueres; este centro penitenciarío fue inaugurado por el tripartito hace un año y medio con un boato propio de grandes momentos. Ese día la consellera de Justicia nos dijo que se habían gastado cien millones de euros en el centro penitenciario Puig de les Basses, que es como se llama. Jordi M ya no tendrá que esconderse en casas ajenas viviendo con las persianas bajadas. Ahora podrá hacer uso de la piscina, el pabellón polideportivo, las pistas de atletismo y deportes, las salas para talleres, el teatro, la biblioteca. En fín que tonto tonto no es Jordi M. , sabe lo que se hace.

Un logro el que consiguió el Departament de Montserrat Tura: invertir mil seiscientos millones de las antiguas pesetas en un centro penitenciario permite que muchos delincuentes se entreguen voluntariamente porque es mejor vivir dentro que fuera y más ahora con la crisis que nos come.

                                        La futura prisión de Figueres, ahora no, pero en veranito, ¡qué fresquito!

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