China: neocapitalismo salvaje en una sociedad de contrastes

Ya he hablado en diversas ocasiones de China. La primera vez fue hace unos meses al comentar diversos vídeos que circulaban por la red sobre una niña atropellada y que murió en la calle sin ser atendida por ninguna de las hasta once personas que pasaron delante de ella  (ver en el blog " China imágenes indiferencia niña china atropellada) y que me llevaba a la pregunta de si los valores humanos que impone el neocapitalismo salvaje se están perdiendo entre la milenaria sociedad china.

 En una segunda ocasión comenté la nueva neocolonización que China está implantando en países subdesarrollados de África, Asia y América, consistente en "chuparles" las materias primas que interesan y a cambio entregar yenes frescos a las clases dirigentes corruptas, sin que ello afecte a la mayoría de la población de esos países.
Hoy quiero hablar otra vez de China contraponiendo dos noticias radicalmente diferentes aparecidas en las últimas horas. Por un lado una nueva demostración pública del "músculo chino" al construir un edificio de 30 plantas, algo así como la torre Maphre de Barcelona, en 360 horas. Y como el mejor notario del siglo XXI es la televisión, pues lo han grabado en vídeo y difundido en youtube para que todo el mundo lo vea. Dicen que aguanta movimientos sísmicos de hasta 9 grados Richter, pero también sus detractores afirman que detrás no hay buenos materiales ni ensamblajes y que ni de coña aguantaría algo así. No sé si aguantaría una catástrofe medioambiental, de lo que estoy seguro es que no soportará una catástrofe humana como el estallido de una burbuja inmobiliaria que en China ya hace tiempo que viene enseñando la "patita por debajo de la puerta".

                                                  Video de la construcción del rascacielos en 360 horas



Por otro la noticia de esos 300 trabajadores de una empresa china que amenazaron con suicidarse por haber sido engañados por sus patronos. Trabajaban en unas empresas tecnológicas en la provincia de Hubei, en concreto ensamblando piezas de la Xbox 360. Pidieron un aumento del ridículo sueldo que les pagaban, a lo que la dirección de la empresa les propuso dejar la empresa a cambio de una indemnización.                
 Firmaron el despido pero de la indemnización nada de nada. Así que cuando juegues por ejemplo al juego del carnival en tu Xbox 360 y muevas tus brazos ante el  sensor, recuerda que esos aparatos pasaron en algún momento por una planta china en la que patronos sin escrúpulos explotan a sus trabajadores como les da la gana, consiguiendo pingües beneficios.


Una vez, hace años, el eterno Alfonso Guerra -propongo que el día que se retire de la política le hagan una estatua de piedra en el Congreso y la coloquen en medio de los dos leones-, dijo siendo vicepresidente del Gobierno "a este país no lo conocerá ni la madre que lo parió" frase que ha dado mucho juego a lo largo de los años. Pues bien, si Mao Tse-Tung se levantase de la tumba, no conocería la China que dejó ni la madre que lo parió, ni su abuela, bisabuela y así hasta el milenario emperador Huang.
Y es como dijo Deng Xiaoping, "gato blanco o gato negro lo importante es que caze ratones" refiriéndose al sistema comunista-capitalista. Lo malo es que este "gatito" ya se ha merendado a todos los ratones de la casa, al perro, al canario, a la abuela, a los hijos, a la madre y ahora está buscando al padre que se escondió en el garaje.

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